sábado, 24 de abril de 2010

ERRORES MATEMÁTICOS



Me sobrecoge la sensación de estar perdida, ausente, en actitud contemplativa deseando encontrar el porqué de las cosas… deseando entender por qué dos seres, dos rectas que se abren paso en tiempo y espacio en esta experiencia que llamamos vida, de pronto y sin previo aviso, de entre un sinfín de posibilidades, se intersecan en un punto. En el plano cartesiano de la vida surge un origen, un punto de intersección, y de pronto caemos en un abismo existencial sin saber a qué atenernos…

Se encuentran tus ojos con los míos. Y con la angustia de saber que las rectas se extienden hacia el infinito sin volver a intersecarse nunca más, nos enfrentamos al hola y el adiós en un mismo instante, en un microsegundo… el tiempo que toma grabarme tu mirada cuando yo abandono y tú te dispones a abordar el mismo tren. Me alejo sin mirar atrás con la sensación de que eres importante. Una sensación que me pesa tanto que apenas me permite seguir adelante, pero sigo, porque no tiene lógica lo que siento. No me detengo, no miro atrás, pero presiento que si lo hiciera me volvería a encontrar con tus ojos.

Suspiro… ¿Por qué te recuerdo en esta hora? ¿Acaso en algún punto del planeta también tú me estarás recordando? Si tan solo hubiera obedecido mi instinto…

REMR
1/nov./2009

1 comentario:

Unknown dijo...

Exacta tu conclusión.
Las corazonadas tienen razón de ser, y de no seguirlas, sigue a tu nariz.