sábado, 24 de abril de 2010

CELOS



CELOS

Querido esposo:

Por estos días me has tenido totalmente abandonada. Hasta hoy no he sabido competir con esta pasión tuya por la música. Mis amigas no pueden creer que prefieras poner tus manos en las frías teclas de un piano a deslizarlas por mis curvas. Ha de ser que no estamos en sintonía, porque sospecho que esa excitación que sientes por los sonidos que tus dedos crean, es la que siento yo por ti.

No tienes idea de lo que me duele ver vacío noche tras noche tu lado de la cama mientras escucho de fondo el sonoro gemido que arrancas del piano. Te confieso que he sentido unos celos terribles, que he estado a punto de destruir tu instrumento… ese que me roba tu atención y tu tiempo. Pero no, no lo haré. Eres un virtuoso, lo reconozco, y no he de privar al mundo de tu don.

Es por eso que hoy he decidido tomar cartas en el asunto de una manera más creativa. Porque “Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña…”



REMR
2/dic./2009

1 comentario:

Unknown dijo...

Buena decisión,siempre reaccione con amor.