sábado, 26 de marzo de 2011

QUISE DARME UN PLACER



Sólo de pensarlo -como los perros de Pavlov- ya salivaba. Tenía muchos deseos de acercarle a mis labios y de hacer brotar sus deliciosos jugos, que añoraba saborear. Quería atraparle en mi boca y lamer hasta la última gota… Sí, mi lengua ansiosa no veía la hora de acercar la punta lujuriosa al objeto de mi deseo y en un interminable paseo satisfacer aquella ansiedad casi pecaminosa de sujetarle firmemente en mi mano y meterle en el interior de mi tibia y húmeda boca para gozarle como una loca. 

Llegó el momento y suspiré emocionada. Quité todo lo que de mí le separaba y procedí con mi festín. Primero le acaricié con la lengua, que dibujó montones de círculos alrededor de su redondeada forma. Lamí como si se tratara de un mantecado y otras veces mi lengua se convertía en delicada mariposa con el fin de prodigar maniobras juguetonas. Después la hundí inclemente y su sabor se juntó con mi saliva. Se sentía delicioso atraparle entre las paredes de mi boca, que se volvió su carnal prisión. Chupé con frenesí, dando rienda suelta a la ansiedad y el deseo que hacía tiempo me habitaba. No me detuve hasta conseguir mi objetivo. No le solté hasta que me regaló todos sus jugos. Confieso que me quedé con ganas de más, porque su sabor se quedó impregnado en mi boca y por mis labios aún chorreaba un delgado hilillo del producto de aquel furtivo encuentro. 

Aquello fue debut y despedida. Después de aquel día procuré ser fuerte y resistir el deseo, pero hoy que les cuento mi aventura, se han exacerbado nuevamente las ganas y estoy por mandar al carajo la dieta. ¿Alguien me regala otra Chupa Chup? 

REMR
6/feb./2010

martes, 18 de enero de 2011

NI UNA GOTA

-Desde que acepté casarme contigo sabía que esta desigualdad entre tú y yo nos acarrearía problemas, pero ya he llegado al límite de mi paciencia. Te rehúsas a comer la comida que te preparo, jamás has querido acompañarme a tomar el sol en el jardín sabiendo que es una de mis actividades favoritas; prefieres pasar todo el bendito día durmiendo. Y esos hábitos malsanos que no quiero ni mencionar... Si la situación no cambia, me iré de la casa.

-Pero, ¡¿qué más quieres que haga, mujer!? Tienes que comprender que no es fácil para mí. Hábitos como los míos toma tiempo abandonarlos. Estoy poniendo todo de mi parte y debes darme el crédito que merezco por el esfuerzo sobrehumano que estoy haciendo para cambiar. Te consta que he dejado de salir en las noches y hace días que no pruebo una gota, a pesar de que este maldito vicio me tienta a cada minuto. Precisamente estaba por contarte que he tomado una firme determinación y esta tarde he hecho una cita con el dentista para que empiece a desgastarme los colmillos...

REMR
16/ene./2011

lunes, 10 de enero de 2011

VIDA BREVE

Temblando al borde del precipicio, titubeante y a la vez convencida de que esa era su única salida, se lanzó al vacío sin encomendarse a nadie. En su caída penosamente lenta, rodó por la escarpada pendiente dejando en el camino la huella de su paso. Sabía que no había marcha atrás y que una vez acabara todo, ese sabor a desgracia que la marcaba se evaporaría con ella. La vida continuaba y tras ella vendrían otras que correrían su misma suerte, pero a pesar de todo, su alma transparente agradecía el breve paso por este mundo.

Súbitamente llegó el fin. Se estrelló contra el suelo y allí quedaron desparramados los restos de su frágil y efímera existencia; nacimiento, vida y muerte de una cristalina, salada y furtiva lágrima producto del desamor.

REMR
9/ene./2011